martes, 8 de abril de 2008

Las primeras conferencias

El 5 de diciembre de 1982, se inauguraron finalmente los Domingos en la Ciencia, organizados por la Academia de la Investigación Científica, hoy Academia Mexicana de Ciencias. Se pensó en una serie de conferencias lúdicas, con demostraciones y en un lugar accesible: si la gente no va a la ciencia, la ciencia va a la gente. Por eso, se escogió el auditorio del Museo Tecnológico de la CFE, pletórico de visitantes los domingos al mediodía. La primera conferencia quedó a cargo de Hugo Aréchiga quien habló sobre la naturaleza de los ritmos biológicos.
Las otras dos sesiones que hubo ese diciembre de 1982 corrieron a cargo de Tomás Brody, quien puso a los niños a jugar con computadoras personales —que eran entonces una novedad— y de Julio Rubio, quien hizo experimentos con sólidos. Sin embargo, y a pesar de los grandes esfuerzos de los ponentes, la sala estaba siempre semivacía.


Dos laboratorios portátiles, uno de química y otro de física, hicieron el milagro de abarrotar el teatro, con gente sentada en los pasillos. El primero, "La Magia de la Química", con Jacobo Gómez Lara disfrazado de aprendiz de brujo, y "Física Experimental para Niños", de Feliciano Sánchez Sinencio.
Cuando se iniciaron los Domingos en la Ciencia, el director del Museo Tecnológico era el odontólogo Félix Raigadas. Él acogió con beneplácito la solicitud de la Academia para ocupar el auditorio todos los domingos a las 12 horas. Un poco después, ocupó esta dirección el arquitecto Sergio González de la Mora, quien tomó los Domingos con gran entusiasmo. Sergio promovió, con otros 18 científicos y divulgadores, la creación de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, A. C. (SOMEDICYT) que hoy tiene muchos miembros. También fue el impulsor de la Asociación de Centros y Museos de Ciencia, de la cual fue su primer presidente.
Anecdotario.indb 5 05/12/2007 05:30:30 p.m.

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